Saúl “Canelo” Álvarez contó que su hijo Saúl Adiel ya quiere convertirse en boxeador y está dispuesto a apoyarlo si se mantiene con esa idea en un futuro.
“Él quiere ser un boxeador ya, aunque esté muy niño todavía, pero ya lo veremos“, comentó Saúl en un video de la promotora Matchroom Boxing, que está encargada de la función que estelarizará con Gennady Golovkin. “Soy su héroe, su ídolo y eso a mí me llena de alegría y me motiva porque quiero trasladar esa cultura de disciplina, metas, sueños y más a él”.
Durante el campamento de preparación para la trilogía con Gennady Golovkin, el único hijo varón de Canelo visitó el gimnasio, se puso los guantes e hizo manopleo con Eddy Reynoso.
Canelo viene de una dinastía de boxeadores y comenzó a entrenar desde muy niño de la mano de su hermano Rigoberto Álvarez, quien fue el que finalmente lo introdujo al deporte y a José “Chepo” Reynoso. Pese a sus tempranos inicios, Saúl sabe que si su hijo decide continuar con su deseo actual deberá trabajar muy fuerte para ser campeón.
“Tal vez cambie después, pero si quiere dedicarse a esto, soy consciente de que lo voy a tener que apoyar”, dijo Saúl. “Él tiene que entrenar como un campeón si quiere ser un campeón. No por ser yo su papá se va a convertir en campeón de la noche a la mañana. Tiene que entrenar muy duro”.

El futuro del hijo de Canelo Álvarez
Canelo también habló de la motivación que ha recibido de sus hijos en el gimnasio después de lo que significó su derrota contra Dmitry Bivol en mayo pasado en la que no pudo coronarse campeón de las 175 libras.
“Siempre le digo a mis hijos, aunque todavía estén chicos, que perder no es el fin del mundo”, comentó Canelo. “Estás en un deporte, pero no significa que sea una catástrofe. Hay que luchar para llegar a la cima. Mis hijos siempre quieren que gane y eso es una gran motivación para mí porque significa que ven todo el trabajo que hago aquí”.
Saúl volverá a las 168 libras el próximo 17 de septiembre y peleará ante Gennady Golovokin para ponerle fin a la trilogía en la T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada.
La pelea será también su primer defensa como campeón universal de los súper medianos y representará un reto nuevo para GGG, ya que nunca antes subió de categoría.